En busca del tiburón

[Lorenzo Espinosa Estrada]

Saludos amigos, en esta ocasión les escribo para contarles algo que me sucedió hace dos días, y que todavía hoy me tiene con la presión alta jajjaa. Salí de pesca nocturna con el amigo Wiwi, como de costumbre a tirarle a la rabirrubia y a ver si agarraba algún serruchito o alguna pintada tirando al vivo con algunos escribanos que el me regaló, ya que yo solo tenía camarones para tirar a fondo y aquellos escribanos venían como anillo al dedo. Estábamos como ustedes saben en el cambio de luna a unas 25 brazas y la noche para qué les cuento, como para no haber ido a pescar... tremendo frío y para colmo no picó nada bien, a fondo solamente salió una rabirrubia chiquita y un cajil, y en el vivo los serruchos me dieron dos carretazos, pero nada más para partir por la mitad los dos escribanos, ninguno se enganchó. A eso de las 5 de la mañana y ya con deseos de recoger todo y llevar la mala rabia para la casa, wiwi me da un grito desde su bote y me dice que va a dar una vuelta por allá atrás a ver si agarra alguna picúa y me pregunta que voy a hacer, en ese momento me pongo a revisar la caja de pesca y veo que había llevado los avíos para tirar una cala, así que agarré los remos, y a buscar e canto… enganché la rubia abajo y el cajíl arriba y bajé unas 120 brazas detrás de los tritones, ya con los primeros claros del día tiré los vivos con los dos escribanos que me quedaban, y empecé a soltar un wasan con un camarón a ver si alguien se le tiraba. En ese momento el bote me da un giro brusco cambiando totalmente la dirección en la que yo estaba y eso solo puede ser por dos cosas o la potala se descantiló y se está corriendo, lo que era poco probable ya que había tirado un saco de piedra para abajo, pues lo otro era que estaba pegado con algún animal y que me estaba corriendo del lugar.

En ese minuto me olvidé de los carretes y empecé a recoger la cala, llegué a la boya, la zafé y seguí  recogiendo  con bastante esfuerzo hasta alcázar a ver lo que se llama un tronco de tiburón. Otras veces he pegado tiburones pero nunca de ese tamaño, a mi vista unas 200 libras. Nada más que vio el bote empezó a fusilar buscando profundidad, pero no llegó muy lejos ya que con la destreza que solo te da la adrenalina del momento le enganché la boya de poliespuma que no le dio tregua y al cabo de diez minutos estaba arriba de nuevo… así señores la lucha duró hora y pico. En eso me pasa por atrás otro corcho dando remos y al ver lo que yo tenía abajo me dijo: mira rema pera allá que aquel tiene una escopeta, no les tengo que decir que a la velocidad de un rayo le partí para arriba al de la escopeta jjajaja, que cuando vio al bicho exclamó palabras que por aquí no puedo decir. El hombre se portó muy bien, enseguida  se pasó para mi bote ya que el bote de él estaba apotalado y el tiburón podía enredarse en el hilo y rosarlo.El amigo nada más llegó al bote se dispuso a ayudar, pero con el nerviosismo del momento,  la subida de adrenalina y los trabajos que daba cargar aquella escopetica llegué a la conclusión que su disposición era más grande que su puntería ya que no acertó ninguno de los tres tiros que le tiró a menos de un metro jajjaa, no lo puedo culpar no es fácil tener un bichote de esos dando vueltas y mirándote como si fueras su próxima cena.

Pues al ver que por la vía de la escopeta no íbamos a lograr mucho le dije socio prepara condiciones que lo voy a subir… “Lo vas a subir”, si prepara la soga para que lo amarres que ya vienen pá arriba. Pues así fue, seguimos con la lucha cuerpo a cuerpo unos diez minutos más hasta que se dio por vencido y me enseñó su impresionante vientre blanco. Lo subí despacio sin ningún movimiento brusco para no despertar respuestas agresivas de un individuo tan peligroso como ese jeje con mucha calma lo acerqué, le metí el bichero en la boca y lo clavé y le agarré una de las aletas, el amigo en la otra punta del bote ya estaba agarrando la cola y amarrándola con una soga de caprón nada despreciable. Antes de ajustar al bote le digo al amigo “espérate, espérate, levántamelo un poco” agarré el cuchillo y con bastante esfuerzo ya que tenía el cuero muy duro le di cuatro puñaladas y le abrí más de medio metro de barriga, le metí la mano y saqué el hígado para ensañarme con él, y como si fuera una máquina de coser le di algunos puntazos.

Con mucho esfuerzo  ajustamos los amarres en los estrobos del bote y después de algunos instantes de risa y presentaciones, porque a todas estas no sabía ni el nombre de mi compañero de travesía, monté los remos para dejar al amigo en su bote que estaba amarrado bastante lejos.

Pues en ese momento el tiburón se acordó quien era él y con par de movimientos que remenearon todo el bote acabó con todo…  partió las sogas, el bichero, se soltó del anzuelo y de todos los amarres que le habíamos hecho. Para ir lentamente hacia abajo junto con nuestras esperanzas de comer tiburón.

Para qué les cuento a esa hora con los ánimos más abajo que el escurridizo escuálido me dirigí al bote del amigo y después para la orilla. Y señores justo en la mañana de hoy es que terminé de desenredar el manojo de hilo picado que me dejó, me picoteó todo el nailon que tenía en el agua, por donde quiera que pasó acabó.

Así se fue solo para dejar un cuento más y la experiencia de una gran pelea con el rey de los mares.
Saludos a todos

Y recuerden cuidado no se les vaya el tiburón jeje.        

Haa se me olvidaba, era un tiburón oceánico, de los que tienen las aletas largas que parece una avioneta y los dientes no muy grandes, pero una cantidad descomunal jajjaa créanme me fijé bien en eso jajjajaa.  

Cliqueando aquí abajo donde dice “Volver a Pescar en Cuba” puedes acceder a otras publicaciones de tu interés.  
     
         

[Arnaldo]

Ufff, no es facil amigo. Buscate una fija, le das un fijazo por el lomo y se acabo, es mejor q el bichero.

[Lorenzo Espinosa Estrada]

Hermano, lo lindo del caso es que si tengo una buena fija que es una varilla de escopeta modificada y la llevé ese día, traté de encajarla varias veces y al bicho no le entraba en el pellejo, el peso que tenía para empujar era muy poco le puse un tubo de aluminio y con una sola mano, pues con la otra tenía que agarrar el nailon.
Después de perder una pieza así tú sabes que vienen las reflexiones, "tenía que meter la fija por las agallas, o ahorcarlo con la soga", pero bueno hay que verse en esa pelea para imaginarse de cuantas maneras puede salir... cada vez que me acuerdo de eso nada más pienso que pudo haber sido mejor, o peor...  

Saludos a todos, pesquen mucho.

[Arnaldo]

No es q no hay manera de predecir eso, jeje, son bichos muy peligrosos, mis respetos, yo no se si lo hubiera podido hacer igual, probablemente no.

Saludos y buena pesca!

[Yaska]

Embarcado tuve la oportunidad de matar varios, incluyendo algunos dientusos. Que dicho sea de paso, si pegas uno, te aconsejo cortar y dejarlo, esos te comen el bote y a ti. El método que se usa es hacer un lazo con una soga y tratar de pasarlo por la cabeza y ahorcarlo. Una vez por el cuello cobras y ajustas de tal forma que la cabeza quede fuera del agua. Y trata de amarrar firme la cola. Yo "fijé " un oceánico de unas 40 libras que se puso furioso y le daba "latigazos" con la cola al barco.
Ha! Y cuando lo tengas ahorcado, llenarle la boca con sacos o cualquier cosa que no permita morder,para que en su rabieta no te muerda la misma soga. Recuerda que la boca de "pejediente" está llena de navajas.....

[Yaska]

Otro detalle, con lo de la escopeta.
Si esta es de aire comprimido es un gran peligro disparar o manipular fuera del agua. Para hacerlo esta debe tener poca presión. Bajo el agua el líquido que entra en el cañón funciona como amortiguador al ser disparada, al no existir este afuera no amortigua y el pistón puede reventar la "boca de freno" y explotar la escopeta, y créeme,  es serio. Es una bomba. A mi me reventó una ,bajo del agua, y estuve aturdido, por suerte la onda caminó hacia delante y solo me dañó el extrechonazo en la muñeca. Una fija que "camina" varias brazas bajo del agua es capaz de "volar" cientos de metros en el aire....

[Lorenzo Espinosa Estrada]

Así es amigo, enganchar un bicho  de esos nunca es jamón del bueno, ese por suerte se portó bien y no le calló a mordidas a nada, destaco que lo subí después de par de horas trabajándolo con la boya... el tipo estaba que no movía ni una aleta jajajja pero igual esos bichos son la candela, se puede esperar cualquier cosa de ellos.
 

[Dairon]

Que triste que se le vaya a uno un pescadote de esos después de haberlo vencido en la batalla, pero siempre queda la experiencia de lo que pudo ser diferente, te aconsejaría para la próxima una soga con buen grosor y amárralo por todos lados, por donde quiera que le puedas meter el lazo.
Suerte con eso