Si amigo. Como casi todo pescador comencé desde la orilla… pescaba en cualquier lugar, lo mismo una presa, que en el mar… y también cualquier modalidad para qué te cuento que he pescado submarino en presas tan revueltas que no ves ni la punta de la escopeta jejjee.
Como no tenía miedo al agua, (cosas propias de la juventud) algunos pescadores (Casi siempre mayores que yo) y por su puesto con mucha más experiencia, me invitaban a sus pesquerías. Te puedo decir que nunca rechacé una invitación, por muy loca que pareciera. Así poco a poco fui a caer en la pesca embarcado… los amigos salían algunos en botecitos pequeños… a los que le dicen personales, nada parecido a los de ahora. Y los que no teníamos, que éramos dos o tres íbamos en cámara y nos amarrábamos cerca, pero no tan cercaaa, si le violabas el espacio a algún viejito gruñón de aquellos te salabas y no te avisaban más nunca jejeje. Siempre tratando de sacar algo de conocimiento de esas salidas. .
Al principio yo formaba unas vomiteras que para qué te cuento… decían los socios que a mí me llevaban para engoar la zona jajjaja.
Poco a poco el grupo se fue decantando, algunos seguimos siendo pescadores empedernidos, otros tienen algunas historias que contar de su juventud.
Te cuento que una vez pescando en cámara por la noche en el reparto flores, traía un pez pequeño enganchado no llegué a ver qué cosa era. Una picúa me lo arrancó entre las patas de rana jajajaja. Todo fue tan rápido y con una precisión tan grande que ni me tocó.
Ahora uno se ríe pero tremendo susto que pasé. Me subí en la cámara como si fuera un caracol… jajá
Lorenzo Espinosa Estrada.
Pescador